lunes, 7 de mayo de 2007

Heroes olvidados




En el 480 a. c. se libro la primera batalla del conflicto entre las polis griegas, con Esparta y Atenas a la cabeza, contra el Imperio Persa, en un lugar llamado el valle de las Termopilas, un angosto desfiladero de unos 12 metros de anchura. Alli espero a los persas un ejercito compuesto por 300 hoplitas espartanos, a los que hay que sumar otros 600 ilotas, pues cada espartano llevaba dos siervos a su servicio, 500 de Tegea, 500 de Mantinea, 120 de Orcomeno, 400 de Corinto, 200 de Fliunte, 80 de Micenas, 700 tespios, 400 tebanos y 1.000 focenses. Por tanto, los espartanos constituian una de las fuerzas mas pequeñas, pero debido a su reputación y a ser los únicos soldados profesionales los demas griegos delegaron en ellos de forma espontanea el mando del contingente. Los soldados persas conformaban un ejercito que oscilaba entre los 200.000 y los 250.000, un ejercito colosal para los medios logisticos de la epoca. La desproporcion de las fuerzas enfrentadas lo conpensaba el estrecho del paso de las Termopilas, que anulaba la diferencia numerica, y la formacion de falange, con sus largas lanzas, que conseguian ensartar a los enemigos antes de que pudieran tocarlos. Fila tras fila los persas se estrellaron contra las lanzas y escudos griegos sin que estos cedieran un centimetro. De esta forma, a pesar de la grave desventaja numerica, Leonidas y sus hombres se opusieron a las oleadas de soldados enemigos con un numero minimo de bajas, mientras que las perdidas de Jerjes suponian un golpe para la moral de sus tropas. Frustrado e impaciente, Jerjes envio a sus diez mil Inmortales, su fuerza de elite, y sin embargo los resultados fueron los mismos. Los persas morian a cientos, la moral del ejercito decaia y los griegos no mostraban signos de cansancio. La batalla continuo de esta forma durante tres días. Fue entonces cuando Jerjes, abatido, recibio la ayuda que necesitaba. Un griego llamado Efialtes ofrecio mostrar al rey persa un paso alternativo que rodeaba el lugar donde estaba Leonidas. Sin dudarlo, Jerjes envio un importante numero de sus fuerzas por ese paso, que se encontraba defendido por los focenses, pero al verse sorprendidos huyeron. Cuando Leónidas detecto la maniobra del enemigo y se dio cuenta de que le atacarian por dos frentes ofrecio a sus soldados dos opciones: podian irse por mar a Atenas o permanecer en las Termopilas hasta el final. Solo se quedaron los 300 soldados de la guardia de Leonidas y mil griegos leales, los tespios y los tebanos, a presentar batalla y resistencia hasta el final. Jerjes decidio abatirlos con sus arqueros para no seguir perdiendo hombres. Leonidas fue alcanzado por una flecha y los ultimos espartanos murieron intentando recuperar su cuerpo para que no cayera en manos enemigas. Ningun griego logro sobrevivir, y quiza por el mito espartano la cultura popular se ha centrado mas en el sacrificio de estos, un 5% de las fuerzas, que en el de los 700 hoplitas de Tespias, quienes constituian casi el 100% de los hombres. Esto resulta mas sorprendente aun si tenemos en cuenta que en la cultura espartana rendirse o huir ante el enemigo resultaba una de las mayores bajezas que un ciudadano podia cometer, tanto es asi que las madres espartanas decian a sus hijos al entregarles su gran escudo hoplos: "vuelve con el o sobre el", eufemismo para decir que victorioso o muerto pero no sin el por haberlo tirado para correr mas rapido; a los espartanos que lo hacían sufrian un desprecio y abandono terrible, cosa que no les sucederia a los Tespias y pese a todo se quedaron junto a Leonidas.

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